jueves, julio 19, 2012

CESAR MANRIQUE

    

 CESAR MANRIQUE CABRERA



   Nació el 24 de abril de 1919 en Arrecife, en el seno de
una familia de clase media,1 y desde muy temprana edad evidenció su facilidad para el dibujo y su admiración por autores como Picasso, Matisse y Braque.2 Su infancia transcurrió entre el Charco de San Ginés —zona de Arrecife cercana al puerto y núcleo original de la población— y la Caleta de Famara, lugar que inspiró su posterior vinculación con la defensa del patrimonio natural de la isla de Lanzarote.
Al estallar la Guerra Civil española en 1936, se alistó como voluntario en el bando franquista, sirviendo en el cuerpo de artillería de Ceuta y combatiendo más tarde en distintos frentes peninsulares. Nunca quiso hablar de su atroz experiencia en la guerra, y al regresar a casa en 1939, aún vistiendo el uniforme, se despojó de la ropa, la pisoteó con rabia y le prendió fuego.1 2
Concluida la guerra, ingresó en la Universidad de La Laguna para estudiar arquitectura técnica, pero después de dos años abandonó la carrera para trasladarse a Madrid y, gracias a una beca concedida por la Capitanía General de Canarias, ingresa en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando donde se graduó como profesor de arte y pintura en 1945. Ya en 1942 tiene lugar su primera exposición individual en Arrecife, y con el auge del surrealismo en la década de los 50 funda la galería Fernando Fé, la primera galería no figurativa de España. Durante esa época realizó murales en Lanzarote, como el del Aeropuerto de Guacimeta y el parador de Turismo de Arrecife, y en la península, y expone su trabajo en varios países.
En 1964 se trasladó a Nueva York donde expuso, entre otras, en la Galería Catherine Viviano y tuvo contacto con las corrientes artísticas norteamericanas.
 En 1966 se instala definitivamente en Lanzarote, donde comenzaba a desarrollarse el sector turístico. A partir de 1973 comienza su estrecha colaboración con el arquitecto Fernando Higueras, quien en 1962 había proyectado la casa de César Manrique en Camorritos, en las afueras de Madrid. Ambos acometen diversos proyectos dentro de la isla lanzaroteña, comenzando por las obras del Mirador del Río.
  


 




 









    Durante las décadas de los 70 y 80 tiene lugar una importante actividad como creador de espacios perfectamente integrados en el entorno natural. También participó en proyectos en otras islas del archipiélago y otros lugares de España, como el Centro Comercial La Vaguada 1983 en Madrid.
En 1988 traslada su residencia a su nueva casa de Haría, construida y decorada por Manrique y publica "Escrito en el fuego".


  

  









 
 






 

  
JAMEOS DEL AGUA
Al norte de Lanzarote, al pie del Volcán de la Corona, cuya última erupción fue hace 3.000 años, comienza uno de los sistemas de cuevas y tubos más interesantes del mundo.
El jameo se forma al precipitarse el techo del túnel, lo que suele suceder cuando éste sobrepasa los 20 metros de anchura, o bien, cuando los gases acumulados producen una explosión.
Los jameos delatan la presencia de los tubos volcánicos y a través de varios de ellos se puede observar el recorrido de tales tubos. Los Jameos del Agua fueron la primera atracción arquitectónica diseñada por César Manrique en 1968.
Subiendo por una escalera serpenteada a la próxima burbuja volcánica, el Jameo Grande, de 100 metros de largo y 30 de ancho, se llega a un jardín encantador con una amplia piscina. 













 Murió en un accidente de tráfico el 25 de septiembre de 1992, cerca de la sede de la fundación que lleva su nombre, inaugurada en marzo de ese mismo año.
La Fundación, ubicada en la antigua residencia del artista en Taro Tahíche, acoge hoy en día sus obras (esculturas, dibujos, pinturas...) y las de otros artistas.


Nota: Todas las fotografías de esta entrada del blog, han sido hechas por el autor del mismo.

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